COMUNICADO 004

PLENARIA 3 (DÍA 2)

Soluciones naturales urgentes contra el cambio climático

  • Durante la cuarta edición de Finanzas en Común, expertos, líderes de bancos de desarrollo y funcionarios de gobierno, advirtieron que se necesitan alianzas, gobernanza, políticas públicas y recursos exclusivos para financiar proyectos de soluciones climáticas.
  • Desarrollar soluciones basadas en la naturaleza que protejan los ecosistemas, preserven la biodiversidad y, también, las fuentes de agua, es uno de los retos para asegurar el futuro.

Cartagena (Colombia), 5 de septiembre de 2023. Además de afianzar una coordinación adecuada de los recursos y esfuerzos de los bancos públicos de desarrollo del mundo y de la banca privada para atender prioridades como la pobreza y el hambre, construir estrategias para la protección de ecosistemas que puedan contribuir a la mitigación del cambio climático global y así blindar a millones de personas será definitivo de cara a las próximas décadas.

Como lo plantearon los expertos que formaron parte de la plenaria 3 (Soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación climática y la inclusión social), una de las tareas por fortalecer consiste en desarrollar soluciones basadas en la naturaleza que protejan los ecosistemas, preserven la biodiversidad y, también, las fuentes de agua y los suelos para así mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Uno de los debates estuvo concentrado en que los países en desarrollo van a requerir de alianzas, gobernanza más sólida, políticas públicas y recursos con dedicación exclusiva para financiar con éxito proyectos de soluciones climáticas basadas en la naturaleza. Lo anterior, sin perder de vista la inclusión social.

El gerente del Sector de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Juan Pablo Bonilla, dijo durante la plenaria que “se ha demostrado que la generación de valor económico en el mundo, 44 billones de dólares (más del 50% del PIB total del mundo), depende de forma moderada o alta de la naturaleza y sus servicios. La pérdida de la naturaleza es de gran importancia para la mayoría de las empresas, a través de los impactos en las operaciones, las cadenas de suministro y los mercados”.

Por esta razón, agregó Bonilla, “de 2015 a 2020 el BID invirtió más de US$800 millones en 28 proyectos con componentes de soluciones basadas en la naturaleza. Estos proyectos movilizaron US$437 millones adicionales en financiamiento de los socios, lo que equivale a casi US$1.250 millones en financiamiento total de proyectos”.

Aun así, Bonilla hizo un llamado para aumentar las inversiones basadas en naturaleza y subrayó este dato: “Cada US$1 invertido en mitigación ahorra US$6 en costos de desastres futuros, pero cada US$1 invertido en restauración, genera hasta US$30 en beneficios económicos. Es una oportunidad de negocio”.

El BID además recientemente aprobó, con apoyo del Gobierno de Canadá, una aceleradora de soluciones basadas en la naturaleza que inicialmente operará en México, Colombia, Brasil y Belice y está buscando recursos para escalar a otros países.

Por otra parte, la viceministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Sandra Vilardy, dijo durante su participación en la plenaria que “no podemos desaprovechar la naturaleza para enfrentar los retos. La inacción climática nos está costando. Necesitamos recuperar la naturaleza perdida, esto permitirá caminar hacia una economía productiva en tiempos de crisis climática”.

Señaló que “en la medida en que logremos saber cuánto aporta la biodiversidad a la economía, podremos invertir de mejor manera (y más justa) en este propósito. Tenemos que hacer cuentas. Y aquí también deben tenerse en cuenta las comunidades como conservadoras de la biodiversidad”.

En materia de proyectos ambientales que se constituyen como referente en Colombia, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, explicó ante los asistentes que el gobierno local trabaja en hacer realidad la restauración de la Ciénaga de Mallorquín, una laguna costera de 650 hectáreas que no solo será clave para preservar la biodiversidad, sino para proteger a la capital del Atlántico de los efectos que traerá a futuro el cambio climático y que se verán en el aumento del nivel del mar.

“En la ciénaga de Mallorquín hemos utilizado las algas propias del lugar para limpiar y conservar este cuerpo de agua y, también, un afluente que llevaba aguas servidas a esta ciénaga.”, dijo el alcalde Pumarejo quien explicó que la Alcaldía de Barranquilla ha trabajado en la creación de bosques urbanos para regular las temperaturas. “La mayoría de estos proyectos los hacemos con las comunidades”, dijo.

Durante la plenaria 3, donde expertos mostraron ejemplos de inversiones efectivas en ecosistemas naturales que ya aportan a frenar el calentamiento global, participaron la viceministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Sandra Vilardy; Ambroise Fayolle, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI); Juan Pablo Bonilla, gerente del Sector de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Angélica Mayolo, consultora para MIT Environmental Solutions Initiative y exministra de Cultura de Colombia; Tammy Newmark, CEO de Eco Enterprise Fund; y Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla (Atlántico).

Tras una acción climática más ambiciosa

Desde el pasado encuentro COP 27 (realizado a finales de 2022) -Cumbre en la que los ministros de 27 naciones pidieron una acción climática global más ambiciosa- la organización WWF destacó que la naturaleza es hoy un aliado trascendental (y silencioso) contra el calentamiento y, también, para aportar a cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

Y es que, según WWF, 31% de las emisiones de CO2 emitidas por el ser humano fueron absorbidas por los diferentes ecosistemas terrestres, mientras que otro 23% fue asumido por los océanos que han tenido que afrontar un elevado costo por cuenta de una acidez mayor del agua.

Al respecto, como lo afirma WWF, contar con ecosistemas sanos ayuda a mantener a salvo a las comunidades de los impactos. Entre estos pueden contarse humedales, manglares y arrecifes de coral que, en últimas, se convierten en barreras contra marejadas. Sin embargo, esta organización señala que oleadas de calor, incendios, entre otros, pueden poner en riesgo el equilibrio natural.


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4-6 SEPTIEMBRE 2023